En el corazón geográfico de la Ribeira Sacra, Monforte de Lemos se alza como una colina medieval cargada de silencio y de historia. Miembro de la Red de Juderías de España – Caminos de Sefarad, esta pequeña capital del interior de Galicia combina patrimonio sefardí, arquitectura renacentista monumental y paisajes de viñedos heroicos de mencía.
Aquí, el viajero encuentra una rara autenticidad: una judería que nunca fue gueto, una convivencia documentada durante siglos y una memoria que la propia ciudad decidió rescatar con elegancia y rigor.
Los rastros documentales llegan hasta el año 915, cuando se menciona a Ismael, judío residente en el territorio que luego sería Monforte. Tras la invasión almohade del siglo XII y, especialmente, tras los pogromos de 1391, oleadas de familias sefardíes buscaron refugio en el noroeste.
Bajo la protección de los poderosos condes de Lemos, la aljama creció hasta convertirse en una de las más relevantes de Galicia. Los judíos vivían entre cristianos, en calles hoy llenas de poesía: Falagueira, Zapaterías, Pescaderías, Porta Nova y Abelardo Baanante. Trabuleiros (mostradores de piedra incrustados en las fachadas), estrellas de David discretamente labradas en la Torre del Homenaje y los restos de una mikve en cuevas junto a la antigua sinagoga (cuya ubicación probable se sitúa en Falagueira) son huellas que aún pueden leerse en el casco histórico.
Tan integrada estaba la comunidad que, tras 1492, Monforte fue conocida popularmente como “Monforte dos xudíos”. Los refranes locales lo confirman con ironía galaica:
“Monforte de Lemos, Monforte dos demos, quinientos veciños, douscentos xudíos”.
La familia Gaibor, de origen judío y luego conversa, dejó una impronta visible en la villa y, fuera de Galicia, el apellido «de Lemos» aparece en genealogías sefardíes de Ámsterdam, Londres, Turquía y América: un eco de gratitud hacia los condes que los protegieron o, simplemente, de sus raíces en este valle del Cabe.
Recorrido para el viajero experimentado
El itinerario ideal comienza en el Monte de San Vicente, donde el monasterio benedictino y la Torre del Homenaje ofrecen vistas espectaculares sobre la Ribeira Sacra. Desde allí se desciende por la judería:
- Falagueira y Zapaterías: callejas empedradas donde aún se intuyen los talleres medievales y la posible ubicación de la sinagoga.
- Casa Gaibor: junto a la puerta del castillo, una de las pocas viviendas conservadas que pertenecieron a una familia conversa de origen judío.
- Colegio de Nuestra Señora de la Antigua, conocida como «el Escorial gallego: obra maestra renacentista del siglo XVI cuyos relieves bíblicos dialogan con la tradición judeocristiana común.
- Rúa Raoul Wallenberg: la primera calle de España dedicada al diplomático sueco, un gesto de memoria y solidaridad que Monforte estrenó en 1986.
Cultura hecha ciudad
Monforte no guarda su pasado en vitrinas: lo celebra. Cada año participa en la Jornada Europea de la Cultura Judía con rutas guiadas por historiadores locales, conferencias y actos en la propia judería. En 2019 se instaló un monolito y un olivo en homenaje a las familias judías y conversas, y campañas como «Abre la puerta de la memoria» han convertido fachadas y redes sociales en espacios de recuerdo vivo.
Además, la situación de Monforte en el centro de la Ribeira Sacra, Reserva de la Biosfera, permite combinar patrimonio sefardí con experiencias enológicas de primer nivel: bodegas centenarias excavadas en la roca, catas de mencía y godello en miradores vertiginosos, rutas en catamarán por los cañones del Miño y Sil. Un itinerario perfecto para quienes buscan profundidad cultural y placer sensorial sin masificaciones.
Datos prácticos
Acceso: N-120 desde Ourense o Lugo; tren de alta velocidad (línea Madrid-Galicia) con parada en la propia estación de Monforte.
Alojamiento de calidad: Parador de Monforte (antiguo colegio jesuita), hoteles-boutique y casas rurales de diseño.
Mejor época: primavera y otoño por la luz y la temperatura; septiembre-octubre para la vendimia en Ribeira Sacra; o coincidiendo con la Jornada Europea de la Cultura Judía.
Imprescindible: reservar con antelación las rutas guiadas por la judería (Red de Juderías – RASGO) y las catas en bodegas familiares.
En Monforte de Lemos, la memoria sefardí no es un capítulo cerrado: es una calle que se recorre, un vino que se brinda, una torre desde la que se contempla un paisaje que ya era refugio hace mil años. Para el viajero culto que busca autenticidad sin estridencias, pocas villas gallegas ofrecen tanto en tan poco espacio.







