La Garrotxa recibe el sobrenombre de «zona volcánica» por sus más de cuarenta volcanes y coladas de lava que, con el paso de los siglos, han modelado un paisaje y una vegetación únicos.
Situada en los Pirineos de Girona, en el nordeste de Cataluña, la Garrotxa sigue siendo un territorio poco conocido para muchos visitantes. Su naturaleza intacta y su belleza cautivan sin remedio. La comarca ofrece parques espectaculares, paisajes naturales, decenas de rutas de senderismo y ciclismo, e incluso la posibilidad de sobrevolar los volcanes en globo.
Los más de cuarenta volcanes han marcado paisajes, vegetación y hasta la cocina local. La Garrotxa combina escenarios de postal, pueblos con encanto, gastronomía excelente y una amplia oferta de actividades. Muchos viajeros la descubren tras visitar Barcelona o la Costa Brava: apenas una hora y cuarenta minutos desde la capital catalana o una hora desde la costa.
En las alturas
Volar como un pájaro y contemplar las vistas únicas de la comarca es posible con Vol de Coloms, empresa pionera en vuelos en globo sobre los Pirineos de Girona. La experiencia regala panorámicas de 360° sobre volcanes dormidos, prados, bosques, parques verdes, pueblos históricos y, en invierno, cumbres nevadas. En pocos minutos se alcanzan entre 2.000 y 3.000 metros de altura a una velocidad de 65 km/h.
Los paquetes se adaptan a cada viajero —familiares, románticos— e incluyen dulces y cava. El vuelo dura unos 90 minutos, el aterrizaje es suave y, al finalizar, se puede visitar la tienda o comer en el restaurante próximo.
Los volcanes de la Garrotxa, fenómeno natural
Olot, capital de la comarca, atesora un patrimonio histórico y cultural notable. A su alrededor se alzan cuatro volcanes dormidos que forman una reserva natural. Muchos visitantes suben al volcán Montsacopa, en pleno centro urbano, para disfrutar de vistas panorámicas de Olot y su entorno.

En la cima se encuentra la iglesia de San Francisco, del siglo XIX. El ascenso es sencillo por un camino mayormente asfaltado, dura unos veinte minutos y cuenta con bancos para descansar y contemplar el paisaje. Para los olotenses, Montsacopa es su Central Park particular: lugar de paseo, running o simple desconexión.
Rutas de senderismo y ciclismo
La Garrotxa suma más de 2.500 km de senderos. Una de las rutas ciclistas más recomendables, apta para todas las edades, es la vía verde de La Fageda d’en Jordà. Este itinerario circular de 20 km recorre el valle del Corb entre vistas espectaculares, iglesias escondidas y vegetación exuberante. Arranca en la antigua estación de tren de Les Preses.
También se puede caminar por el hayedo de La Fageda d’en Jordà, parque nacional donde los hayas crecen sobre la lava solidificada del volcán Croscat.
Gastronomía volcánica
La tierra volcánica de la Garrotxa ha enriquecido su cocina con productos únicos que marcan los ingredientes y platos locales. En Olot y otros pueblos existen restaurantes especializados en «cocina volcánica», elaborada con cultivos nacidos literalmente sobre los antiguos cráteres.







