En la Ribera del Ebro, al sur de Navarra, Tudela despliega un legado que se descubre entre calles estrechas y plazas históricas. Aquí nació Benjamín de Tudela, el viajero que recorrió el mundo medieval y dejó un testimonio único de las comunidades judías. Su figura es la puerta de entrada a una historia que combina esplendor cultural, convivencia y memoria, en una ciudad que hoy invita a recorrer sus huellas con mirada contemporánea.
En el siglo XII, cuando Europa apenas comenzaba a abrirse al comercio y la cultura, un hombre nacido en Tudela emprendió un viaje que lo convertiría en cronista universal. Benjamín de Tudela partió de esta ciudad navarra hacia Oriente, recorriendo comunidades judías desde la Provenza hasta Bagdad, pasando por Constantinopla, Jerusalén y Egipto. Su obra, el Libro de Viajes, es mucho más que una guía: es un mapa vivo de la diáspora sefardí, una radiografía de la vida judía en el Mediterráneo y el Próximo Oriente.
Benjamín no solo describió ciudades y sinagogas; registró costumbres, cifras de población, tensiones políticas y rutas comerciales. Gracias a él sabemos cómo se organizaban las comunidades, qué oficios desempeñaban y cómo mantenían la fe en tiempos de incertidumbre. Su mirada, curiosa y precisa, refleja la importancia cultural de Tudela, una ciudad que en su época era un centro neurálgico del saber y la convivencia.
Para comprender la dimensión de este viajero y el mundo que lo impulsó a recorrer tierras lejanas, es necesario mirar la ciudad que lo vio nacer. Tudela no era un punto aislado, sino un centro cultural y económico donde la comunidad judía alcanzó uno de sus momentos de mayor esplendor. Ese contexto explica por qué Benjamín pudo partir con una formación sólida y una visión abierta, fruto de una sociedad que, durante siglos, fue ejemplo de convivencia y saber.
La historia judía en Tudela: esplendor y desafíos
La presencia judía en Tudela se remonta al siglo IX, bajo dominio musulmán, y se consolidó tras la conquista cristiana en 1119 por Alfonso I. Desde entonces, la ciudad se convirtió en uno de los núcleos sefardíes más importantes de la península. Durante los siglos XI y XII, Tudela vivió su Edad de Oro: aquí, además del famoso Benjamín, florecieron sabios como Abraham Ibn Ezra, matemático y astrónomo, y Yehudá ha-Leví, poeta y filósofo, cuya obra sigue siendo referencia en la literatura hebrea.
La comunidad judía no solo destacó en el ámbito intelectual. Fue motor económico, con participación en el comercio, la medicina y las finanzas. Figuras como Ezmel de Ablitas fundaron el primer banco navarro en Tudela, consolidando la ciudad como centro financiero del reino. La judería también gozaba de privilegios, como la custodia de las murallas, y mantenía una organización autónoma con sus propias instituciones.
Sin embargo, la prosperidad no fue eterna. A partir del siglo XIV, las tensiones sociales y religiosas se intensificaron. La peste negra, los ataques como el de los pastorelos en 1328 y las leyes restrictivas minaron la convivencia. Finalmente, en 1498, seis años después del edicto de expulsión en Castilla, los judíos fueron obligados a abandonar Navarra. Con ellos se extinguió una tradición que había dado a Tudela su carácter cosmopolita.
Un paseo por la Judería: memoria viva
Hoy, la memoria judía de Tudela se descubre en sus calles. La ciudad conserva dos juderías históricas: la Judería Vétula, la más antigua, situada junto a la catedral y el río Queiles, y la Judería Nueva, creada en 1170 por Sancho VI cerca del castillo. Caminar por la Plaza de la Judería y las callejuelas adyacentes es revivir la trama urbana donde se alzaban sinagogas, escuelas y casas nobles.
El recorrido incluye puntos emblemáticos como el claustro de la catedral, donde se hallaron restos que podrían pertenecer a una antigua sinagoga, y las calles que aún conservan nombres vinculados a la tradición hebrea. Las rutas señalizadas permiten seguir el trazado medieval, mientras que las visitas guiadas aportan contexto histórico y anécdotas que enriquecen la experiencia.
Cada año, como miembro de la Red de Juderías de España – Caminos de Sefarad, Tudela celebra el Día Europeo de la Cultura Judía y el Mercado Medieval de las Tres Culturas, que llenan la ciudad de música, talleres y gastronomía inspirada en recetas sefardíes. Estos eventos no son solo una conmemoración: son un puente entre pasado y presente, una invitación a redescubrir la diversidad que dio forma a la historia navarra.







