La población judía de España, concentrada sobre todo en Madrid y Barcelona, ronda las 47.000 personas. Las comunidades judías en Canarias son recientes y reducidas, pero mantienen un compromiso firme con su legado. Por ello, quien visita Gran Canaria se encuentra con una presencia judía viva que pocos esperan.
Tras la expulsión y las conversiones forzosas de la Inquisición española entre los siglos XV y XIX, la presencia judía en España fue prácticamente nula hasta el siglo XX. Numerosos judíos del norte de África iniciaron entonces un «retorno» a las tierras de sus antepasados sefardíes, mayoritariamente en la Península. Un grupo más reducido eligió Canarias y fundó nuevas comunidades.
A mediados del siglo XX llegó un modesto flujo de familias judías a Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. Procedían en su mayoría de ciudades magrebíes como Tánger, Tetuán, Casablanca y Alcazarquivir, de origen sefardí, y buscaban nuevas oportunidades sin renunciar a sus prácticas religiosas.
En 1959 desembarcó en Las Palmas Salomón Zrihen, judío marroquí de Tánger. Al no encontrar judíos en la isla, percibió tanto el potencial económico como la necesidad de vida comunitaria. Animó a amigos y conocidos de Marruecos a sumarse y, sin proponérselo, sentó las bases de la comunidad actual.
La casa de los Zrihen se convirtió en el primer núcleo comunitario. Salomón, criado entre oficios regulares, profundizó en historia judía, hebreo y halajá para dirigir la incipiente congregación. También estrechó lazos con los líderes judíos de Tenerife y consolidó la presencia regional.
Con la llegada de nuevas familias desde Tánger, Tetuán, Ceuta y Melilla, la comunidad se formalizó. El 6 de septiembre de 1978 quedó inscrita en el Ministerio de Justicia como Comunidad Israelita de Las Palmas de Gran Canaria.
La primera sinagoga estuvo en Calle Remedios 10; después se trasladó a Calle León y Castillo, donde sigue siendo lugar de culto y encuentro. Allí se celebran servicios semanales, shabat y festividades, continuando el legado de Salomón Zrihen, presidente hasta su fallecimiento en 2017.
Destino judío en auge
Gran Canaria recibe cinco millones de turistas al año y se ha convertido en punto de interés para visitantes de la diáspora e Israel. Muchos recorren su historia judía —desde la época inquisitorial hasta hoy— y participan en celebraciones sefardíes con sabor canario.
Frente a la asimilación y la emigración, la comunidad trabaja por preservar su identidad. Quienes acuden a la sinagoga no solo conocen su cultura y tradiciones, sino que contribuyen a su continuidad y desarrollo.
Explorar Gran Canaria permite conectar con una comunidad judía resiliente y dinámica que mantiene vivo su legado en el corazón de las Islas Canarias.
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