Los Pirineos de Girona, situados en el noreste de Cataluña, se distinguen por unos paisajes naturales de extraordinaria belleza y un patrimonio cultural de gran profundidad. Esta zona atesora un conjunto variado de monumentos arquitectónicos y artísticos, núcleos urbanos de origen antiguo y una notable huella judía que se remonta a la Edad Media y alcanza especial relevancia en época renacentista. A continuación se presentan siete enclaves históricos imprescindibles para comprender la riqueza histórica de esta región.
Besalú: un vestigio del legado judío
A apenas media hora en coche de Girona, el pueblo de Besalú transporta al visitante a otra época. Habitada ya por tribus celtas en el siglo VI, su topónimo procede del latín «Bisoldonom». La villa conoció su apogeo entre los siglos IX y XIII, período en que albergó una importante comunidad judía. Las excavaciones realizadas en 1964 sacaron a la luz una mikve del siglo XII, baño ritual, y restos de una sinagoga, lo que convierte a Besalú en uno de los dos únicos lugares de España donde se conserva una mikve medieval.
Imprescindible resulta el puente románico del siglo XII sobre el río Fluvià, antigua puerta de peaje, así como el recorrido por las callejuelas medievales y el evocador Call jueu.

Santa Pau: joya medieval en el corazón volcánico
Enclavado en la comarca de La Garrotxa y rodeado de volcanes dormidos, Santa Pau constituye un ejemplo sobresaliente de urbanismo medieval del siglo XIII. Sus murallas y el castillo de la Baronía, levantado en el siglo XII, dominan un casco antiguo de calles estrechas y edificios históricos que conservan intacto su carácter feudal. Desde la calle principal, Sa Cot, parten senderos que conducen al cráter volcánico de Santa Margarida, donde se alza una ermita románica. Declarado conjunto histórico-artístico en 1971, el pueblo forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
La iglesia románica de Santa Maria de Ripoll
En el municipio de Ripoll, cuna del condado de Barcelona, se encuentra el monasterio de Santa Maria, fundado en el siglo IX por Guifré el Pilós y convertido durante siglos en el principal centro religioso de Cataluña. Gravemente dañado por el terremoto de 1428, fue reconstruido con añadidos góticos y reconsagrado como iglesia en 1896. Su portada románica del siglo XII, conocida como «la Biblia de piedra», despliega un excepcional programa iconográfico con relieves bíblicos de gran valor artístico. Los jardines que la rodean completan la visita con un remanso de serenidad.
El monasterio de Sant Pere de Rodes
Encumbrado a 250 metros de altitud en la sierra de Verdera, el monasterio benedictino de Sant Pere de Rodes, erigido a partir del siglo X, representa una de las cumbres del románico catalán. Su origen permanece envuelto en la leyenda: se cuenta que fue fundado por cristianos que huían de las invasiones bárbaras siguiendo indicaciones del papa Bonifacio IV. Torres defensivas, muros imponentes y una ubicación privilegiada regalan vistas espectaculares sobre el golfo de Llançà y el Parque Natural del Cap de Creus.
Beget: tesoro medieval en el valle de Camprodon
La pequeña aldea de Beget, declarada conjunto histórico-artístico en 1983, parece detenida en el tiempo. Su iglesia de Sant Cristòfol, documentada desde el siglo X, custodia una majestuosa talla románica de Cristo en madera policromada de casi tres metros de altura, considerada una de las más notables de Cataluña. Las casas de piedra perfectamente conservadas y su ubicación en la confluencia de dos torrentes confieren al lugar una belleza paisajística excepcional. Recorrer sus empinadas callejuelas equivale a sumergirse en la Edad Media más auténtica.
El monasterio de El Carme en Olot: esplendor renacentista
Construido en 1565 en Olot, capital de La Garrotxa, el monasterio de El Carme constituye el ejemplo más depurado de arquitectura renacentista civil en Cataluña. Proyectado por Llàtzer Cisterna, destaca su fachada bicolor en tonos naranja y amarillo y el patio central porticado de gran elegancia. En una villa marcada por su entorno volcánico y situada a hora y media de Barcelona, el conjunto monástico sigue siendo el hito arquitectónico por excelencia.
El Call de Girona: corazón del legado judío catalán
La ciudad de Girona albergó una de las comunidades judías más importantes de la Corona de Aragón. Su Call es uno de los mejor conservados de Europa. El Museu d’Història dels Jueus, ubicado en la calle de la Força, recorre la vida y la cultura sefardí medieval a través de espacios como la última sinagoga documentada y un patio presidido por una gran estrella de David. La antigua sinagoga y el recorrido por el laberinto de callejones permiten revivir la cotidianidad de una comunidad que dejó huella indeleble hasta su expulsión en 1492.
Visitar estos siete enclaves permite al viajero adentrarse en el denso tejido cultural e histórico de los Pirineos de Girona, una región donde naturaleza, arte y memoria se funden en un relato de extraordinaria riqueza.
Museu d’Història dels Jueus de Girona
Entrada general: 4 €
Entrada gratuita el primer domingo de cada mes y en fechas señaladas (consultar agenda).
Audioguía gratuita disponible en la web del museo.
Museu d’Història dels Jueus de Girona
Dirección: Carrer de la Força, 8, 17004 Girona
Teléfono: +34 972 216 761
Email: re*****************@******na.cat
Website: girona.cat







